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                            - Polen -

  El polen es un polvillo producido por los órganos masculinos de las plantas, con toda la carga genética de las mismas. 'Polen' es una palabra latina que deriva de "pale" que designa a la harina. Las abejas, cuando liban néctar de una flor, lo almacenan en los saquitos de las patas traseras para transportarlo hasta la colmena. Simultáneamente, otra parte del polen se adhiere al cuerpo del insecto y viaja con él hasta las siguientes flores, provocando la necesaria polinización. El hombre lo obtiene de las colmenas para luego deshidratarlo y, de esta manera, evitar la fermentación y la formación de moho.

  La función polinizadora que efectúan las abejas es transferir los granos de polen de la antera (órgano reproductor masculino) al estigma (órgano reproductor femenino) de las flores. Algunas especies vegetales se polinizan gracias al viento, los pájaros y otros animales, pero la gran mayoría depende de los insectos. Las abejas son los insectos más eficientes para la polinización, debido al reconocimiento y su memoria para el olor, así como a la constancia en su recolección.
  La polinización es de vital importancia en el equilibrio del medio para garantizar la continuidad de las especies vegetales y, por lo tanto, para la agricultura y la alimentación de la humanidad. Pesticidas, herbicidas y monocultivos masivos, son actualmente los mayores enemigos de este equilibrio ecológico.

Las abejas, mientras succionan el néctar de las flores, roen las anteras para provocar el desprendimiento de los granos de polen, que se aglutinan con sus propias secreciones y un poco de néctar. Así pues, las abejas trasladan a las colmenas un producto ya semielaborado que ya no es el polvillo que el viento suele dispersar, sino que tiene otra composición y otros componentes añadidos. Ahora se denomina 'pan de abeja' y será una parte importante en la alimentación de los componentes de la colmena. La miel es rica en carbohidratos y el polen es fuente de proteínas. Este 'alimento vivo' queda almacenado en celdillas de los panales y parte de este producto queda añadido a la miel.

  Los apicultores recogen el polen recolectado en los cajones de los 'cazapolen' o 'atrapapolen' y lo trasladan en recipientes que lo protegen del sol y el aire. Se deshidrata a temperatura controlada para evitar la destrucción de los componentes termolábiles del polen. De este modo se consigue la reducción de la humedad hasta un 8%, suficiente para evitar el desarrollo de microorganismos contaminantes y mohos. Posteriormente se filtra para eliminar impurezas y materias extrañas y se envasa adecuadamente en sacos o recipientes herméticos (tarros de vidrio, etc.).
  Envasado a temperaturas entre 2º y 5ºC y protegido de la luz, se conserva perfectamente durante años sin perder sus propiedades.

En análisis efectuados cada 100g de polen presentan, de promedio, los siguientes componentes y datos:

- Proteínas - 15 a 30%
- Aminoácidos libres - 10 a 13%
- Lípidos - 1 a 5%
- Carbohidratos - 20 a 40%

- Azúcares red. - 24 a 26%
- Azúcares no red. - 2 a 4%
- Fibras - 3 a 5%
- pH - 4,7 a 5,2
- Sales minerales - 2,5 a 3,5%


Vitaminas:

Tiamina, Riboflavina, Nicotinamida, Ácido Pantoténico, Piridoxina, Meso-inositol, Biotina, Ácido Fólico, Cianocobalina, Ácido Ascórbico, Vitamina D, Tocoferol y Carotina.

Aminoácidos presentes:

Ácido Aspártico, Ácido Glutámico, Alanina, Arginina, Cistina, Glicina, Histidina, Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Fenilalanina, Prolina, Serina, Treonina, triptofano, Tirosina y Valina.

Sales minerales:

Calcio, Cloro, Magnesio, Fósforo, Silicio, Azufre, Hierro y Potasio.

  El polen es el alimento más completo y valioso de la naturaleza, como lo demuestra su contenido en proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, ácidos nucleicos, enzimas y hormonas vegetales entre otras. Entre los beneficios del polen está el alto porcentaje de hidratos de carbono (fuente de energía), provitamina A, vitaminas B y C, así como los minerales y sus sales. Su contenido en proteínas lo convierten en fuente indispensable de éstas.

  De los 22 aminoácidos presentes en la Naturaleza, 8 son esenciales, es decir, que el cuerpo humano no puede producir por sí solo, y el polen es el único producto natural que los contiene.

  El polen previene los problemas de la piel, ayuda a curar la anemia, la pérdida de memoria, aumenta el vigor muscular e intelectual, ayuda a combatir el reumatismo, se utiliza para el tratamiento de las uñas y piel, para mejorar la cicatrización, y es un efectivo regulador intestinal. Se utiliza como complemento dietético y está indicado en personas que despliegan esfuerzo físico o mental por encima de lo normal, en niños con deficiencias nutricionales y en ancianos como alimento vigorizante.

  Por la presencia de todos sus componentes, eleva el metabolismo basal, refuerza las defensas del organismo, favorece el funcionamiento del sistema nervioso eliminando trastornos como el insomnio y casos de depresión. Tiene efectos positivos sobre el sistema endocrino y está considerado como el único nutriente con acción sobre la glándula prostática.

  Por su elevado contenido en hierro, cobre, Vitamina B12, etc. provoca una rápida elevación de la hemoglobina en la sangre, por lo que está muy recomendado en el tratamiento de anemias. La acción del flavonoide rutina (vitamina P) y la nicotinamida (vitamina B3) provocan una acción vaso protectora. Fortalecen los capilares, arterias y venas, evitando el endurecimiento de éstas y favorecen el proceso circulatorio, reduciendo los niveles de colesterol en sangre.

  Por su alto contenido energético, debe consumirse con moderación, para evitar subidas de la tensión arterial. No debe consumirse más de dos cucharaditas al día y espaciadas en el tiempo. Se puede administrar directamente (no es muy agradable de consumir) o mezclado con zumo, leche, yogurt, etc.


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- Jalea Real -

  La jalea real es una sustancia de aspecto cremoso, sabor ácido y color blanquecino que es producida por las glándulas hipofaríngeas de las abejas obreras, mezclando miel, néctar y agua recogidos del exterior y hormonas, saliva y vitaminas propias, para alimentar a todas las larvas de la colonia durante sus tres primeros días de existencia y a la abeja reina durante toda su vida.

  En su compleja y rica composición se incluye un alto número de proteínas y vitamina B, una elevada concentración de fósforo y azufre, aminoácidos esenciales, vitamina E y, en menor cantidad, vitaminas A, C y D.

La Jalea real está compuesta, en término medio por:
 
66% de agua
12,3% de proteínas
5,4% de grasas
12,5% de carbohidratos
Un pequeño porcentaje -3%- de materias aún desconocidas.
 Aminoácidos encontrados:

Alanina, cisteína, fenilalanina, tirosina, valina, prolina, lisina, triptófano, treonina, serina, ácido glutámico, ácido aspártico, leucina y glicocola.
 
Vitaminas detectadas:


Tiamina, riboflavina, piridoxina, biotina, ácido fólico, nicotinamida, ácido patoténico.

 
En menor proporción:

Vitamina A, C, D, E y B-12.
 
Minerales:

Cobre, calcio, fósforo, hierro, potasio, silicio.
 
Otros compuestos:

Ácidos orgánicos HDA y HDE de acción bacteriostática.
Ácidos nucleicos ARN y ADN.

  La jalea real tiene propiedades antisépticas y bactericidas que refuerzan el organismo frente a agresiones externas, por lo que está indicada durante los cambios de estación, antes del invierno o para prevenir infecciones y catarros. es energética y estimulante del sistema nervioso. Ayuda a mejorar la oxigenación pulmonar, aumenta la resistencia al frío y a la fatiga, regula el funcionamiento del digestivo, retrasa el envejecimiento de la piel, mejorando su hidratación, estimula el sistema inmunitario y, en general, es un gran ayudante para todos los organismos y su funcionamiento. Su gran número de proteínas la convierte en un inestimable nutriente y tiene propiedades que mejoran la diabetes.

  Como este producto es delicado y se deteriora fácilmente, debe conservarse en recipientes que impidan la acción directa de la luz y a bajas temperaturas.

  Los especialistas consideran que la mejor forma de consumirla es mezclada con miel, más o menos similar a la almacenada en las colmenas, en proporciones que se acerquen a los 10 gramos de jalea real por cada tarro de 500 gramos de miel, para consumir unos 100 mg de jalea real por cada cucharadita. Esta mezcla se puede ingerir sola o como edulcorante de la leche, el yogurt, la cuajada o el requesón, obteniendo un completo alimento muy saludable en el que también se incluyen las propiedades beneficiosas de la miel.
Por su alto contenido energético, debe consumirse con moderación, para evitar subidas de la tensión arterial.


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